
Me alejo
pensando en las lecciones que continuamente nos da la naturaleza.
Una planta
tan sencilla y a la vez tan fuerte, con una capacidad infinita para adaptarse a todas las situaciones sin agachar
la cabeza. Espera con paciencia mientras
se hamaca al compás del aire, a que el
sol le de vida y cada noche, la luna de
plata le acaricie con suavidad.

Cuánta razón
tienen las palabras de Irene Vallejo: “Cada vez más, el conocimiento de cada
uno sería un archipiélago mínimo en el inconmensurable océano de su ignorancia”
Fotos: mis archivos
Fotos: mis archivos
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