"Los libros son las abejas que llevan el polen de una inteligencia a otra".

James Russell Lowell (1819- 1891),

poeta y crítico estadounidense





martes, 31 de marzo de 2020

«¡Cuídate de los idus de marzo!»


Marzo se acaba y sus Idus  se quieren quedar, porque encontraron su día saturado.
Enfilamos su salida con  nuevas restricciones y esperanzas renovadas a su vez, convencidos de que tenemos que batallar y ganar la guerra al “descarado bichito” de rancio  abolengo, que nos ha cambiado la vida.

Y no sirve discusiones banales, ni buscar culpables, ni argumentar: “Yo hubiera hecho esto o lo otro, si…”  ¡Claro! ¡A toro pasado…, que fácil es hacer!

Huyamos del ruido y de los incendiaros. Procedamos con nuestro cometido. Cada cual el suyo, para  ganar tiempo para los científicos, que son los que encontrarán el antídoto.

Mientras tanto, que los Idus sean propios o no, lo sabremos cuando hayan pasado.

Dijo Julio Cesar: «Los idus de marzo ya han llegado»;
 a lo que el vidente contestó compasivamente:
     «Sí, pero aún no han acabado».


 Plutarco


TENEMOS UNA SALIDA

lunes, 30 de marzo de 2020

Tenemos una salida


Cruzamos  fronteras, surcamos  mares, conquistamos los vientos para  llegar al infinito. Nos creímos  capaces, nos sentimos con fuerza. Perdimos el control en pleno crecimiento.
La  naturaleza  se ha sublevado,   ha atacado con fuerzas invisibles, desconocidas. No ha sido   una  serendipia,  sino una  causa efecto  de  esta Torre de Babel.
El planeta   ha dejado  de rotar. La humanidad no entiende que un “bichito” invisible haya colapsado el sistema y dado la vuelta a nuestra  vida, como si de un calcetín se tratara.  
No temas, tenemos una salida, un camino  que compartiremos desde nuestras ventanas, para acabar con el  intruso de raíz.



https://cincopalabras.com/2020/03/29/escribe-tu-relato-del-mes-de-abril-i-rokorokooficial-cantante-y-actriz-2/#comment-6371

¡No matemos a los gatos!


Qué marzo ya tiene sus propias fechas solemnes o fatídicas, lo sabemos todos. Que desde tiempos inmemoriales en muchos acontecimientos, abandera el protagonismo, también.  Hasta popularmente, todos lo llamamos: “el  mes de los burros…”
Marzo, sin duda, es prolífico como ningún otro mes, y se recordará en la historia como el comienzo de un antes y un después. Porque la pandemia no empezó en marzo, pero es cuando empezamos a sentir sus efectos en nuestro país.
Ha sido en este mes, cuando el “bichito” de marras ha decidido establecerse en nuestra casa. Llegó en silencio, y nuestra incredulidad le abrió la puerta.  Pero incrédulos o no, preparados o no, hubiera entrado igual. Tal es su virulencia.
Recordáis la del 48, en pleno siglo XIV? También les sobrevino la peste bubónica y nadie sabía de dónde había salido. Tampoco conocían la forma de combatirla, y la achacaban a: efectos meteorológicos, conjunción de planetas, castigo divino…, hasta mataban: desde  judíos, hasta  gatos, creyendo que  eran los responsables. No sabían que eran las ratas quienes la transmitían.
Desde entonces, la humanidad y la medicina  han avanzado lo  suficiente como para no tener que matar a nada,  ni a nadie. No emulemos aquel comportamiento.
Aislarse para bloquear  y combatir y vencer al enemigo es la única arma de que disponemos, y por tanto la más eficaz. Acatemos las nuevas restricciones, más duras si cabe, para no alimentar ni dar cobijo al “bicho”.
¡No matemos a los gatos!


domingo, 29 de marzo de 2020

La fuente de la vida


Ayer, cuando salí al balcón durante mi primer paseo matutino, observé que los chorros de la fuente se habían quedado en casa. Eché de menos el sonido armonioso y relajante cuando salen en salto vertical y caen  de nuevo a la base.  Estos  días, llega su música más nítida, más armoniosa. ¿Será una avería, o quiere solidarizarse con los ciudadanos?

No sé si os pasa a vosotros  lo mismo que a mí. Hay momentos en los que siento que la energía se me acaba.  Lo noto así, gráficamente. La veo que va bajando de nivel lentamente; y luego, por arte de magia, cuando salgo a aplaudir, vuelve a cargarse de nuevo al 100%. Y es que ese pequeño  y simbólico gesto de agradecimiento me recuerda  que,  el hecho  de quedarme en casa, no es una condena, sino una acción muy importante para ayudar a los sanitarios a salvarnos. ¡Entonces recupero la sonrisa que se estaba evadiendo  de su trabajo! Por cierto, que también la luna va creciendo con nuestros aplausos y se deja ver sonriendo a un extraño lucero con el que se alinea.

Miro la fuente y espero que pronto vuelvan a brotar sus caños, alegrándonos el día.



sábado, 28 de marzo de 2020

Género humano


Entre todas las especies, la del género humano es la que más sorprende. Enfebrecido por su pretendido poder, se enerva  tras diferentes banderas y colores, para proclamar su grandeza. El homo-sapiens que conocemos tiene flaca memoria, la del pez, y se olvida que somos embriones que se desarrollan, crecen y mueren todos por  igual; de la misma manera que se olvidan de que son hijos e hijas, de padres y madres que aportaron su grano de arena conjuntamente para llegar a ser hombres y mujeres de la misma especie y con la misma finalidad. Iguales ante los ojos de Dios, diferenciados  ante los hombres, únicamente por su sexo.

Se olvidan que, “igualdad” es: disfrutar ambos  sexos de los mismos derechos y oportunidades sin detrimento  el uno de la  otra, ni la otra del uno. Que  la unión entre ambos multiplicará su especie y por el contrario, su desunión los aniquilará.
                            
En las ventanas, día a día vemos manos hablando de lo que sus corazones sienten. No tienen sexo esas manos. Tampoco presumen de colores ni de ideologías.  Solo quieren transmitir solidaridad en medio del aislamiento. Agradecimiento para aquellas otras que trabajan para cuidarnos.

En las ventanas virtuales vemos algunas marcadas diferencias sexistas e ideológicas que en estos momentos nos separan. Nos dividen, cuando lo que necesitamos con más ahínco que nunca, es la unidad  frente a la potencia de un microscópico ser que amenaza con devorarnos.

Nada somos los unos sin los otros y deberíamos haberlo aprendido ya.



viernes, 27 de marzo de 2020

Sin prisa pero sin pausa


Avanza la niebla y llega en silencio a la ciudad pintada de amarillo. No la reconoce e intenta evadirse del tremor  que sufren sus  habitantes al verla. Se desliza lentamente entre las calles y entre tanto, lanza señales de socorro a las nubes más altas para que  les bendiga con su agua.
Llega ésta, con la lentitud de una caricia y el clamor de un beso amoroso que embalsama los corazones rotos, y se deja caer.
Alcanzado su cometido, se aleja de la mano que la había traído.






De esta salimos aprendidos


Todo el mundo está de acuerdo, al menos así lo manifiesta en las redes, que cuando salgamos de esta adversidad –la más grande que hayamos vivido antes, en nuestro mundo conocido-,  lo haremos fortalecidos y con la lección aprendida. Lo decimos convencidos y creemos en ello, porque la advertencia es clara.

Digo esto, porque el mundo, desde que es mundo, ha girado siempre en el mismo círculo vicioso. Otras muchas adversidades ha sufrido y no sé qué se aprendió de ellas, la verdad?  Porque  el pobre globo terráqueo ha estado hasta ahora (que parece que se quiere parar de nuevo),  trasegando “la piedra de Sisifo” sin parar.

El túnel es largo, difícil de transitar. No se ve la luz todavía, pero llevamos la antorcha de la esperanza y caminamos hacia la salida convencidos de que en esta ocasión Sisifo coloca la piedra en la cima de la montaña.



jueves, 26 de marzo de 2020

¡Esto también pasará!


¡Jueves! ¡Otro más sin mercadillo! Ya son tres y todo indica que veremos alguno más. Me pregunto, cómo sobrevivirán los ambulantes que ya no pueden ir de pueblo en pueblo vendiendo sus mercancías para ganarse el sustento. No puedo saberlo, ni imaginarlo.
No hace muchos días que la primavera llamó a la puerta y la dejamos pasar sin mirarla siquiera; y es que,  estamos inmersos todavía en el invierno. Un largo  invierno que amenaza con quedarse. Creo sinceramente, que está en nuestra mano, abrirle la puerta para dejarle salir, si aceptamos y cumplimos nuestra parte de responsabilidad. Cada uno la que le ha tocado.
No quiero hablar de casos contagiados, o fallecidos, o  del crecimiento exponencial de… Nada de eso. Ya están los medios de comunicación para ello. Puntuales noticias que se unen a  bulos y memes que infunden  esos graciosos de rancio abolengo, estúpidos de los pies a la cabeza.  Son como vías de agua en el sistema, que el cuerpo policial se esfuerza en reparar; pero encuentran dificultades, muchas, porque la estupidez humana es más difícil de solucionar que ninguna otra avería. Así de tóxicos son.  Pero, tampoco me quiero detener aquí. Ya están los profesionales para solucionarlo. 
 
Me viene a la cabeza la fábula de “el anillo del rey”. Interesante relato que nos recuerda que todo, lo bueno y lo malo, todo pasa.  Lo que conocimos como bueno pasó, y la situación que vivimos como una pesadilla, también pasará.



miércoles, 25 de marzo de 2020

Nadie es lo que parece


Una figura esbelta y cimbreante, con aires de diva  encumbrada, apareció en el plató y el cámara perdió el control del objetivo.
«¿Quién era  ese monumento? Nadie  había hablado sobre el  cambio de  la protagonista. La   información  decía: “Sin cambios”. Tal vez haya habido  nueva selección de actores, y no me he enterado».
«¿Con qué objetividad había sido seleccionada?  Era bellísima, pero pasaba de largo las medidas requeridas para el papel principal».
El equipo de dirección había salido a almorzar. Comprobó la escaleta y no había cambio alguno. ¿Qué significaba aquello?
—Hola, soy el nuevo figurante para hoy.





https://cincopalabras.com/2020/03/01/escribe-tu-relato-del-mes-de-de-marzo-i-federico-rodriguez-garrido-tuitermann-periodista/#comment-6330

Cuando la vida te da días lluviosos, juega con los charcos


Con todos los medios, de todas formas y maneras, recibimos avisos y comunicados animándonos a permanecer en casa por nuestro bien y el colectivo. Para ayudar a que la pandemia no se extienda sin remedio. Todos sabemos las cifras de contagiados y fallecidos. ¿Qué necesitamos más para aceptar la situación y proceder en consecuencia?

Ronda  por mi cabeza una frase  que oí no hace mucho:   "Cuando la vida te da días lluviosos, juega con los charcos". Me parece que es el momento apropiado para ponerla en práctica
 ¡Animo!  ¡Quédate en casa! ¡Libra la batalla que te toca! Y alejémonos del ruido innecesario. No estamos en un debate político, estamos pillados por  una pandemia que venceremos con el aislamiento solidario que la mayoría venimos haciendo.   
Estoicamente


martes, 24 de marzo de 2020

Mensajeras


Abrí la ventana y comprobé que había soñado con algo todavía inalcanzable. La ciudad seguía vacía, en silencio. Poco a poco las calles se fueron vistiendo con todos aquellos profesionales que seguían batallando en la trinchera.  Me sentí segura y acompañada en la distancia.
Llegaron dos palomas  al alfeizar,  e iniciaron agradecidas,  su acostumbrada danza nupcial, mientras se comían el único manjar a su alcance.
Ver para creer. Ellas, como en tiempos de guerra, hacían de mensajeras;   se  llevaban una pregunta y traían  mil respuestas. Ya forman parte de la familia.
Y mi mensaje: ¡No temas, de ésta salimos juntos!




Prisión por saltarse el confinamiento


Amanece cada día un poquito antes y encuentra la ciudad abierta para rellenar tanto espacio vacío, en silencio.
Antes de las siete llegan  los camiones  que suministran a los supermercados.
Furgonetas con  material farmacéutico  empiezan su reparto.
La brigada de mantenimiento continúa la limpieza extraordinaria de calles y aceras.
El personal sanitario se dirige a los centros para cambiar el turno a sus compañeros.
Las fuerzas del orden siguen rondando las calles, manteniendo el orden y la seguridad.
Los trabajadores de las empresas de servicios esenciales, madrugan para cumplir con el servicio encomendado…etc.,
Y el resto, permanecemos en casa, porque ese es nuestro cometido.
Los unos trabajamos en la contención y los otros para que no nos falte de nada.
Un conjunto de fuerzas que, estoicamente intenta ayudar a la comunidad para detener al intruso que ha llegado en silencio y con el mismo ruido intenta destruirnos.
Enseguida aparecerán los deambulantes,  con cara torcedera y sonrisa maliciosa. Esos díscolos  infames que rebuznan sin parar y cocean a diestro y siniestro (Con perdón de los equinos). Seres inmaduros que no saben cuál es su sitio y consideran que todo el espacio es suyo…todo el rato. Desalmados que perturban  la sociedad, sin escrúpulos, ni miramiento.
Y es que, aunque intentamos alejarnos del ruido, cuando vemos a los peludos rebuznantes, crece nuestra indignación, sin poder evitarlo.
Conscientes del perjuicio que ocasiona dejar nuestra ira suelta, terminamos por pensar que estos parásitos forman parte del escenario de un gran circo donde hay buenos profesionales y también alberga a estos animalejos  que no dan más de sí.  ¡Criaturas de Dios!



lunes, 23 de marzo de 2020

Gorriones y palomas


El túnel de la realidad se alarga. Continuamos camino sabiendo que encontraremos la luz, cuando el “coronita” no tenga más humanos donde asentar su apestoso trasero y decida dar por terminada su batalla.
Ahí, en la distancia,  los gorriones y las palomas sobrevuelan la fuente; todo el espacio para ellas,  se posan de rato en rato  para beber y vuelta a empezar.  Los unos y las otras vuelan con el desconcierto   que les produce el silencioso vacío y les permite regodearse de sus vuelos y sus cantos. También pasan hambre. 
 Las calles están limpias, sin restos de comida  con los que alimentarse. Da la sensación  de que se aúnan a nuestros esfuerzos porque, batiendo sus alas, ovacionan con sus piruetas a un grupo de forestales que limpian y desinfectan la ciudad. No entienden de distanciamiento social, pero lo aceptan y respetan. Lo cumplen.
 Y es que, han comprendido que en la unidad está la fuerza y la clave para vencer esta  insólita guerra.




domingo, 22 de marzo de 2020

Esperanza


Le hervía la sangre a fuego lento, por la  falta de sensibilidad.
Otrora,  había manifestado   lo importante que es  la unión,  sin perder la esperanza.  Habló de libertad, y les dio la oportunidad de elección; pero nadie soportaba  el peso  de las consecuencias de sus actos.
Soslayaban  tamaños esfuerzos, no contemplaban la salida de su área de confort y argumentaron que era una estratagema, «un robo de sus ilusiones  en pro del beneficio propio».
Encadenada al muro de la justicia, creyó  en el género humano y esperó que dejaran de contemplarla como un objeto útil o inútil según  la necesidad.




4 espinas para defenderse…


Que lo esencial es invisible a nuestros ojos, ya lo decía  Antoine de Saint-Exupéry en “El principito”.
 No se nos ocurrió pensar que en la invisibilidad también se encuentran seres dañinos para nuestro organismo. Y de la noche a la mañana, llega un microscópico ser con nombres y apellidos y descendiente de otros que ya anunciaron su existencia, y nos cambia la vida por completo.
 
Llega el caballero dando lecciones de urbanidad, de generosidad, de altruismo. Nos da una clase magistral sobre la unidad. Sí, porque hemos visto que siendo como una piña, trabajando cada uno en el puesto que le corresponde, todos a la vez, podemos parar su propagación. Podemos evitar que se instale en nuestras vidas y se quede, y entonces, ¿qué?

¿Con cuántas espinas cuenta la rosa de El Principito para defenderse del mundo y con cuántas contamos nosotros para hacerlo de nosotros mismos?



sábado, 21 de marzo de 2020

RELATO PARA TI, AUNQUE NO TE CONOZCO


Hola, soy Feli Eguizábal. Camino hacia los sesenta y seis, y   me encuentro confinada por causa de este bicho invisible que  ha invadido nuestro espacio.  
Tengo cien palabras y  con ellas, recibirás cien flechas de amor, cien deseos de pasión, cien pensamientos de fortaleza  para que  aumenten tu hermosura   y al despertar de este mal sueño,  olvides  la inquietud que te produce el aislamiento forzado.
Con ellas podrás  alzar tu surcada mano  blanca, para  luchar  por la vida que médicos y enfermeros te  ayudan a conservar.
Escucha mi sentido deseo de vencer al coronavirus, porque  Juntos lo vamos a conseguir.





Un antes y un después…


¡Estaba entusiasmado! Era algo insólito, inesperado, nunca  visto. Llegaba el clamor hasta los confines del universo y él era testigo.

El astro tuvo un antes, y creyó que alumbraba a los terrícolas y por ello, nunca se perderían. No sabía que estaban errantes por la tierra desde tiempos inmemoriales y que el caos y la hecatombe no tardarían en llegar. Tampoco ellos lo sabían. No lo vieron venir.  Les cogió de sopetón, como las grandes avenidas que  inundan los campos recién sembrados.

El lucero lo tiene claro. Fue su antes, es su ahora y el después no le inquieta. Siempre lucirá acorde a su tamaño y proyección del sol.

Manda un mensaje, no obstante: ¡Quédate en casa! ¡Colabora con los que lo hacemos para ayudar a quienes velan por nosotros!


viernes, 20 de marzo de 2020

No bagaje


El viaje era largo, pero no tedioso. No llevaba mochila, no la necesitaba. No quería estorbos innecesarios que entorpeciera su  marcha. Muchos días, meses, años de entrega y dedicación. Muchas satisfacciones ahogadas por la ingratitud.  Necesitaba limpiar su cabeza y su corazón y lo conseguiría.
Cuando llegó al albergue, comprendió que el camino lo habían transitado antes que ella, gentes con sus alforjas repletas de desagravios que iban tirando por el camino.  Aún les quedaba lastre. También a ella, no cabía duda.
De madrugada, se calzó sus gorilas  y se lanzó a la aventura con alguna traba  menos.



https://cincopalabras.com/2020/02/15/escribe-tu-relato-del-mes-de-febrero-iii-monica-de-cossio-viajera-blogger-mimochilamepesa-influencer-y-cooperante/comment-page-1/#comment-6275

En España, lo mejor es el pueblo…


…Y, a media mañana, salió el sol. Radiante y alegre al principio, tímido…, como  novia cubierta con su velo camino del altar, después. Llegó cargado, como siempre, de razones que no de promesas. No vino quemando sino dando generosamente su calor. Nos envolvió con la  luz y la  fuerza que le define y por unos instantes nos convencimos de que,  ¡saldremos de ésta, más pronto que tarde!

Como el del astro rey, el calor humano es  lo que nos está haciendo fuertes. Nuestros héroes resisten en  la trinchera  animados con   nuestro clamor y agradecimiento diario, que reciben agradecidos.

Y es que, ya lo decía Antonio Machado: “En España lo mejor es el pueblo, siempre ha sido lo mismo…”





jueves, 19 de marzo de 2020

Insistir, persistir, resistir…


…Y persiste la niebla que llega agazapada, como ladrones en la noche, aunque ella prefiere el filo de la madrugada. Le gusta la luz más que la oscuridad. Avanza entre las calles, cegando a los pocos transeúntes que se ven obligados a recorrer en pos de sus inevitables necesidades unos, o a cumplir con sus obligaciones, otros.
A muchos, entre los que me incluyo, nos queda una asignatura pendiente:
“Aprender el arte de vivir en paz con lo que no podemos cambiar”
Es el momento de quedarse en casa  para ganarle tiempo, al tiempo  que necesitan los investigadores para  conseguir anti virales adecuados y una vacuna efectiva que extermine al  Covid19.
¿A que es fácil de entender?  ¡Hagámoslo pues!
¡Insistir, persistir, resistir y nunca desistir…, es la clave para vencer!

miércoles, 18 de marzo de 2020

Puntos positivos


La niebla avanza por las calles desiertas echando por tierra los planes que traía el amanecer. Prometía luz y esperanza tras los días grises de lluvia y hasta los pájaros, que  se mantienen en sus nidos guardando la cuarentena, empezaban a  cantar.
Pero no todo es oscuridad. Tras esta difuminada cortina hay una serie de  beneficios impalpables que estamos obteniendo de esta situación, sin darnos cuenta.   Mirad:
Menos circulación de vehículos: menos polución y menos accidentes.
Menos tránsito de gentes: menos suciedad y menos contaminados.
Nunca antes, los medios de transporte han circulado con tanta facilidad, ni  los técnicos de limpieza han podido limpiar la ciudad tan fondo como lo hacen ahora.
Nos llega un nuevo silencio desconocido: disfrutamos de esta considerable reducción acústica, que nunca antes tuvimos desde que proliferaron los automóviles.
Asignaturas olvidadas: Educación vial, civismo, generosidad, compañerismo, afecto sincero, oportunidad de reinventar y reaprender….etc.
En la vorágine diaria hemos ido desprendiéndonos de estos recursos que tanto bien estar nos reportan. Momento es de retomarlos; con calma, con paciencia, con responsabilidad y encontrar el punto positivo en esta nueva y desconocida adversidad.
La suma de todos vencerá al microorganismo que ha desorganizado nuestras vidas. Mientras tanto, acudiremos a nuestra cita: nos vemos a las 8 para ovacionar a nuestros benefactores.




martes, 17 de marzo de 2020

Ultreia

Amanece con el cielo encapotado, como si las nubes quisieran proteger a las  personas que con riesgo y sin protección específica, tienen que salir a velar por el bienestar de todos los demás. Ayer con paraguas, hoy no lo necesitan; los   técnicos de mantenimiento de las calles siguen su ritmo, no les frena bichito alguno. Saludan a los conductores de furgonetas de reparto y camiones de abastecimiento de los supermercados que cruzan las calles a paso lento, para no despertar a los vecinos. 
No parece que vayan a dejar desabastecido el  país, a pesar del cierre de fronteras. Ellos tienen el camino abierto y asegurado.
Es una  situación  ésta..., excepcional y desconocida. Todavía no hemos asimilado su magnitud. Vivimos el día a día estoicamente y esperamos que el micro-bicho se canse de nosotros. 
Ultreia, gritamos desde las ventanas.


lunes, 16 de marzo de 2020

Un día más


…Y llueve, y nieva. …Y todos expectantes pensando si la naturaleza nos ayuda o incrementa la potencia del virus.
Es muy necesaria esta agua que viene del cielo acompañada de un frío y    suave viento que limpia la atmósfera.
Pero…, ¿ofrece el invasor resistencia a estos elementos?  Algunos dicen que muere con las altas temperaturas… Pero no nos volvamos locos con tantos dimes y diretes. En definitiva todavía sigue el diminuto ser en la probeta sujeto a estudio.  No hablemos de lo que no sabemos…, no opinemos gratuitamente de lo desconocido.
Lo que sí sabemos  es que esta lluvia es buena, buenísima para todo. Así que disfrutemos de esta limpia que los elementos nos dan sin cobrar nada.


Cita a las 20.00 horas


Desde  un palco improvisado, contemplo las calles  vacías, custodiadas por el ruido del silencio. Iluminadas por un sol que busca el bullicio y no lo encuentra.  Desorientado,  pregunta a las nubes, pero éstas, mas desoladas aún ante  un hecho tan insólito,  no aciertan  con las palabras  y no lo consiguen.
Son mudos testigos del movimiento de aquellos que tienen que ganarse la vida, o de los otros que  velan por la salud y seguridad  pública sin descanso, que  dominan su pánico y continúan  en la  trinchera.   También de algunos viandantes,  que con despreocupación suicida,  desafían el  riesgo y atentan,  amparados en un sentimiento  de listeza,  contra la salud  propia y ajena.
Vaciada, sí.  Pero  no da la sensación de ciudad muerta,  no obstante.
No.  En el ambiente se palpa el latir de sus gentes que luchan confinadas en sus casas contra un microscópico ser que nos está diciendo cual el nuestra resistencia y cual, la de la naturaleza.
A las 20:00 horas, aplaudiremos por todos.