Escuetos y calculados eventos han empezado a colorear la hoja
del calendario.
Hoy, día de La Rioja,
con un grado de movilidad que no da para tantos festejos como estábamos
acostumbrados. ¿Nos damos cuenta de que
aquella forma de vida se fue y “la nueva normalidad” ha llegado para quedarse?
Este año, la celebramos con música para empezar y para
terminar, y está bien pensado. Porque la música amansa y alegra el
corazón. Es un lenguaje internacional que no distingue de razas, ni tiene fronteras que lo dificulten.
Me pregunto que, si entre
tantas cosas que tenemos para
pedir, no podríamos hacer hincapié para incluirla como asignatura obligatoria,
importante, necesaria para la educación de todos y en especial la de nuestros
hijos. Hagamos un redoble de tambor para conseguirlo.
Si conociéramos mejor la danza de las notas en el pentagrama,
no habría tantas lanzas y cuchillos bailando por el aire. Y, ¡todos podríamos
respirar!
Foto: Google
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