"Los libros son las abejas que llevan el polen de una inteligencia a otra".

James Russell Lowell (1819- 1891),

poeta y crítico estadounidense





jueves, 19 de diciembre de 2019

31 de diciembre


¡Que sugerente el mercadillo! Lleno de COLORIDO y genero VARIADO. La BOCA se me hace agua cuando recorro los puestos donde los turrones llaman sutilmente tu atención.
Una  ráfaga de SENTIMIENTOS contradictorios recorre mi alma y se anidan en mi corazón. Ya no son los tiempos como los que eran. Todo ha cambiado.
Aun así, sigo buscando por la plaza al hombre con:    “más narices que días  tiene el año”. Aparecerá en cualquier momento, seguro. Cada año lo hace: dicen las gentes con  EXPERIENCIA y,  me  recuerdan que debo buscarlo a horas diferentes.
¡Seguro que este año doy con él!




jueves, 12 de diciembre de 2019

Misterios de la naturaleza


La enredadera encontró un  lugar al amparo del amusgado árbol que crecía torcido, pagando  quizá por una culpa olvidada.  Acoplado al montículo,  en pos de  la luz.
Buscaba un medio de   vida  aquella plantita, que sinuosa, se desarrollaba bajo el tronco, aunque  él temiera   su invasión.
Fue el viento quien la  arrancó de entre su especie, y muy ufana ofreció una simbiosis auténtica: «Tú me ayudas, yo te ayudo», adoptó el color del tronco y se produjo el milagro.
En mi retina quedó grabada la imagen perfecta.  Ambos  alegraron su   existencia,  con la sonrisa  como compañera de viaje.









lunes, 9 de diciembre de 2019

Éxodo



Amaneció y nuevos estímulos le impulsaron a continuar luchando para superar las dificultades que con tanto misterio le planteaban.
Lo trataban como si fuera un salvaje. No entendían su cultura, su educación… que las diferencias étnicas eran superables, que no llegaban al extremo de producir tal rechazo… Era una persona empática, de temperamento templado.

Encontró una nueva oficina de extranjería, y con su amplia sonrisa, presentó la cita obtenida en el portal de inmigración.
Le negaron la entrada.  Alejándose, blandió la lanza maldiciendo (en suajili) al empleado.
Aún tenía otra dirección y allí se fue envuelto en su  maravillosa túnica.





domingo, 1 de diciembre de 2019

El amor, si existió, nunca muere.


Tras la severa  llamada de atención, se apartó de su camino. No había duda, no era bien recibido en aquel hogar. Su relación entró en una destructiva espiral  y la vela se fue apagando lentamente.
Una brizna de amor, quedó a la zaga. Repiqueteaba en el cristal de sus almas  como el punzón, que aguijonea surcos, en busca de respuestas.
Sus nietos jugaban en la arena, mientras preparaba una deliciosa taza de cacao.
Estaba tan lejos de si mismo y de la realidad, que solo el dulce aroma le devolvió al presente. Pero sintió que el amor no había terminado.




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lunes, 18 de noviembre de 2019

¿Llega Tu invierno?



Te apeaste de mi vida de la peor manera y ahora,  quieres que viajemos juntas.
Preferiría no hacerlo.







#historiasdeviajes #zenda   18/07/2019 

El Boyero y Casiopea

Pegaso se perdió entre las constelaciones al ritmo de la carrera. Se olvidó de la  dama  Casiopea,   quien lo había elegido de  entre todos los caballos del hipódromo. Dioses  de barro y agua se reflejaban en sus pupilas, apagando su propia luz y llegó sudoroso y derrotado.
Se postró a sus pies, lamió su vestido y le suplicó clemencia.  Casiopea lo miró con regocijo y se desprendió  de su disfraz. Pegaso, admirado y perplejo, se aproximaba y  se alejaba intentando comprender.
El Boyero
«Tú tienes tu sueños y yo los míos»  —le dijo El Boyero  en tono conciliador. 
                                                                   






                              

Perspectiva

Iglesia de San Miguel
Ermita de la Virgen de Gracia


Los pasos, inciertos, recorrieron el camino.



                  

jueves, 14 de noviembre de 2019

Desde la última visita


Inmersos en el cosmos, diferentes  pueblos  observan el lento retroceso de la flora y  fauna del viejo planeta. ¡Cuánto han perdido ya!
Entre otros, recuerdan  la luciérnaga.
Hacia algunos lustros que no la distinguían. Aquellas simples y luminosas orugas de las que habían rescatado el ADN que, ellas mismas impregnaron en los árboles, con la esperanza de sobrevivir.
Pero la contaminación lumínica refleja un tornasol difícil de superar, y dificulta la reproducción de las pequeñas larvas.
De repente, una gran explosión iluminó el universo y, a los captores de los seres vivos en peligro de extinción,   les subió la serotonina.




ESCRIBE TU RELATO DEL MES DE NOVIEMBRE (II): ITZIAR ITUÑO @ITZIARITUNO, ACTRIZ







domingo, 10 de noviembre de 2019

Ausencia



Murmullos de pena abrigaron el camino. 



       







                                         
                       
                              Si aquí lluvia, allí nieve: Zarzosa.  

viernes, 8 de noviembre de 2019

Tres elementos



                    La distancia conlleva: silencio, olvido, desapego.


Inquietud


Sentada  junto a  la ventana, veía  pasar la nada mientras saboreaba una tortilla y un café con leche.  El contraste de sabores la trasladó a su infancia, ya lejana, cuando aquellos manjares constituían  el único alimento que disponía para todo el día.
En una atmósfera  de libertad, lo humano y lo divino se paseaba por su mente, el desasosiego y la esperanza se debatían ante el crecimiento  de la equidad. Compartió su torrente de ideas entre  los compañeros  con su mismo espíritu, pero no mencionó  la  muerte. Habían nacido el mismo día y  ella los llevaría a la eternidad.






jueves, 31 de octubre de 2019

Iniciación


No podían  hablar ni cantar ni  tocar la una a la otra. ¡Silencio!, o   los Pokemon no aparecerán. Su amiga se mareaba de voltear por la era  para atraparlos.
Tenían que  irse a estudiar y comentó: «No deberíamos jugar durante tantas   horas, tenemos que repartir el tiempo con otras actividades».
Marta reía su “ocurrencia”, a carcajadas.
A través de grandes ventanales, adornados con atrayentes carteles, vio  hombres y mujeres enganchados a   diferentes máquinas. Por un momento creyó  vislumbrar en ellos, el  rostros de Marta y…, el de su padre…
La  alegría   abandonó  su rostro, como la niebla que se desvanece…



martes, 29 de octubre de 2019

Inteligencia natural


Se dirigía a palacio con un caminar sencillo. No altivo, pero su porte  oscurecía  al sol. La incertidumbre de las estrellas se diluía  entre las plumas de las saetas que clavaban, emponzoñadas con una colosal antipatía, en  su espalda, cuando cerca o lejos, pasaba.

Luna, condescendiente, respetaba sus  modales. Las ignoraba, más bien. «Son dueñas de sus conductas. ¿Qué se puede hacer ante        quien  no da más de  sí? —opinaba». Con su ingenio y amabilidad, aderezados con porciones de ironía, estaba la victoria  asegurada.
    Con el tiempo, no demasiado por cierto,  fue nombrada primera dama de la corte. 



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domingo, 13 de octubre de 2019

Leedlo cuando me marche


¿Qué responsabilidad de padres es la vuestra? 
Escurrida como arena entre vuestros dedos, emprendisteis  viaje por separado. ¡Qué despropósito!

Como ilusos, llenos de morriña, esperamos que aparezcáis por la misma vereda   que os llevó al infinito.
¿Os habéis encontrado?  Tal vez vuestra paz sea eterna, pero  no será completa mientras tengáis los huecos de nuestra ausencia. No puede ser de otra manera…
¿Qué fortuna   tiene  el que se queda?  Y  ¿el que se va?  No, no puede  tenerla.
Sobre el salitre coloco mi ofrenda  retirando la ajada, con el deseo de que encontréis lo que muchos creen, se puede encontrar.




viernes, 11 de octubre de 2019

...y, un día más


Mira las calles vacías, otrora bulliciosas. Las ventanas apagadas, nadie se asoma ni a mirar al cielo…, hasta las estrellas se apagan, o se esconden tras densos nubarrones. Tienen miedo de ver…
No queda más que  objetos perdidos, obsoletos, no reciclados: una raqueta, un ordenador, para nada sirven ya. El tiempo pasó de largo, se olvidó.
Un oso  y su familia juegan al tenis con su propia técnica. Fuera,  permanece  el recuerdo de unos pocos, aferrados a las rejas…

lunes, 7 de octubre de 2019

Miteli

Me costó un tiempo identificar  que Tuteli, quería decir en realidad, Miteli.  ¿Dónde está Tuteli? —decía él.  ¿A dónde vas sin Tuteli? —decía ella. No sé por qué, pero ahora comprendo que  la posesión es mía.  ¡Miteli!
Oigo su voz lejana, cariñosa… «Monty, Monty, mipequeñitoguapo»…, —siento su mano…
…¡Ay va! Si viene Tuteli  con nosotros. Corro feliz. ¡Qué bien lo vamos a pasar! Con lo que nos gusta la nieve.  Me emociona su cara  risueña tirando bolas  a su marido. Quiero jugar yo también jejeje; muerdo la nieve que ella coge y me aparta, no se da cuenta de  que quiero hacer bolas y tirárselas. (Recuerdo cuando  mordía la arena la primera vez que fuimos a una playa…) pero esa es otra historia,  volvamos aquí…  Y ahora me llama y me pregunta que qué me pasa… ¡qué tonta! no se entera de nada. Me voy a disfrutar de la frescura de la hierba blanca… ¡anda, que olor viene de ese matorral! Uhmm la lluvia ha limpiado  las plantas y  despiden un aroma tan rico, da gusto olerlas… «¡Vamos hijos, que camináis como caracoles!… »   Si supierais lo que me molesta la barriguita. Pero no me quejaré, ¡estamos tan contentos los tres!
Este parque es  una prolongación de mi hogar. Cada mañana lo recorremos,  y cada día cambian sus esencias... Cuando me saludan las ardillas me siento feliz, aunque preferiría alcanzarlas y darles un mordisquito, pero corren más que yo. 
«¡Ooh, Monty!…» —oigo su latido lento, o ¿es el mío?
El pulso que mejor recuerdo es el de  “Tumíguel” —fueron sus latidos los primeros que escuché cuando me apartaron de mi madre—. Cuando viene, la casa se llena de alegría y yo también me siento más feliz, porque entonces somos como una piña. ¡Los cuatro jinetes del apocalipsis! Recuerdo una ocasión, cuando subíamos al monte, que se me cruzaron tres corzos. Cómo corrían los condenados, pero  me fui tras ellos con la intención de cazar al menos uno… No fue posible. Son más duchos que yo saltando entre  arbustos y ramas. Con el firme tan  desigual se me rompió el espolón. No sentía el dolor, porque el de mi orgullo herido lo superaba.  Después me di cuenta de que eran una familia. Mejor que no les diera alcance, me hubiera apenado mucho haberles hecho daño. Nadie debería entrometerse  en una familia, ¡Nadie!  Algunos bien que crean tempestades innecesarias. Tuteli es fuerte…, pero  sufre…
En diferentes caminatas por el hayedo disfrutamos de la compañía de los corzos, jabalíes y demás animales. Nunca más se me ocurrió ir a cazarlos. Siempre nos saludamos, es bueno tener amigos por estos lares. En ocasiones me indican que hay  algunos peligros para mi familia; yo les  advierto y,  Tuteli, todo hay que decirlo, me hace caso…
«Monty… Monty,  mipequeñito»… —su voz llorosa…
Oigo  susurros de pena como los que, algunas noches se le escapan entre lágrimas contenidas,  que humedecen sus pómulos... Al principio, no sabía qué hacer y ante el temor de que estuviera irritada, me ocultaba tras las sillas del salón, como cuando se enfadaba con Tumiguelangel, o con su trabajo, o con la “abuela” ¡Que le hacía  cada  chapuza!  Graciosas al principio, pero  llenas de  ojeriza después. Ella las repetía y no se cansaba.  Tuteli hablaba y  advertía y rogaba que la hiciera caso… y nada. Erre que erre. Quería imponer  su criterio, a pesar de no estar en “su casa” porque en  la suya es otra cosa, y Tuteli nunca le imponía su razón… La regañaba porque no comía a su hora, o no se aseaba y vestía en condiciones…, pero nunca le dijo cómo hacer las cosas  en la  vivienda ni en su familia.  Pero volvamos a esas lágrimas, que debían de llenar lagos internos porque apenas rodaban unas pocas por sus mejillas, pero la miraba a los ojos  y adivinaba su profunda tristeza.  Una noche me acerqué despacito, la besé en la mano y ella sonrió. De un salto me subí a su regazo y me acarició toda la noche. Empapó  mi cabeza y  mi lomo. Me quedé dormido, mojado y todo…
«Es nuestro último viaje Monty querido…» —¡Qué va, Tuteli… estoy aquí!
¡“Corre, corre, Monty, ven, ven con Tuteli”!  Ese estribillo me acompaña siempre. Y cada vez que lo dice, corro a sus brazos. Me salvó de una tormenta torrencial que me caló hasta los huesos (y a ellos también), en pleno monte. Entonces, yo corría como un gamo, pero en mis andanzas me despisté y con el aire y la lluvia tan fuerte que comenzó a caer, perdí la pista. Ni olores, ni sonidos, ni nada. Pregunté a unas terneras que pastaban tan tranquilas bajo la lluvia, pero no sabían nada, De repente, un débil sonido llegó desde lejos y me dejé llevar por él. Era Tuteli, que angustiada, me buscaba y gritaba mi nombre una y otra vez. Tumiguelangel se metía entre las zarzas, cerca de los astados buscándome, y por fin, aparecí en lo alto del camino, con las orejas echadas hacia atrás corriendo angustiado y alegre a la vez por haberlos encontrado. Sé que Tuteli nunca me habría  abandonado a mi suerte bajo aquella tormenta tan ruidosa. ¡Lo sé!
«¡Oh, Monty!»
¡Cómo me gusta cocinar con Tuteli! Y eso que ya no me da trozos de verduras como cuando era pequeño. Dice que tengo sobrepeso y para la displasia  es mejor  perder unos kilitos. ¡También le sobran algunos a ella! ¡Y a Tumiguelangel! Aunque también  se privan de comer, la verdad. Quiero ser  solidario con ellos, pero sigo mirando por si  cae algo…
«¡Adiós querido amigo», me has dado tanto!» —¡No Miteli, estoy aq…Mite…!
Oigo su voz  apenas perceptible… su mano cálida sobre mi lomo… Monty, Monty, miperritoguapo…










lunes, 30 de septiembre de 2019

Incansable


Terminada la jornada, la luz se aleja difuminando un  crepúsculo que viene  pidiendo su espacio. Ella, orgullosa de su fuerza,  se fue a iluminar  el otro medio mundo.

Sabe que llegará un nuevo amanecer para ese lugar. Que no necesita del  penetrante sonido del despertador  que,  como  aguijón de una abeja hambrienta, la saque del letargo del sueño  que nunca tiene…, y que comenzará  un nuevo día con renovada  resistencia  para afrontar  la adversidad o la fortuna que trae  la  vida.

Llena de  confianza, se desvaneció entre los rayos del sol, eterno compañero.




VOLUMEN V - SÉPTIMO AÑO  -CINCO PALABRAS-
RELATO  SEPTIEMBRE (IV): LUIS GARCÍA MONTERO @LGM_COM @INSTCERVANTES

PALABRAS OBLIGATORIAS:
LUZ  DESPERTADOR   RESISTENCIA  VIDA  CONFIANZA

Estilo 1940


No sale de su asombro. A pesar del tiempo transcurrido, no comprende por qué ha sido abandonado… Impertérrito, bajo una capa de bronce,  continúa esperando a ser recogido.
Allí, en la sempiterna fila, hace compañía a tantos otros de tamaños y formas diferentes, que al igual que él,  mitigan el sufrimiento de  soledad, inmersos en una espera  carente de  alegría.
Incluso él,  de  rojo  natural que no teñido, el más bizarro,  ha perdido  intensidad a la intemperie, dura como  la vida.
Ahora, en blanco y negro, con la esperanza intacta, celebran a orillas del Danubio, otro aniversario de su pérdida.



Palabras obligatorias:   ASOMBRO   COMPAÑÍA  SOLEDAD  ALEGRÍA   ROJO


martes, 6 de agosto de 2019

Especie en extinción



Creyeron en un principio que  AUNAR voluntades era el camino  para conseguir llevar la nave a  buen puerto, donde encontrarían provisiones en abundancia.  Pero el ESFUERZO y tiempo empleado se diluyó como agua de lluvia en los cristales.

La TRIPULACIÓN,  aturdida,  manifestó sus diferentes criterios que no convencieron al  resto del  COLECTIVO  que, desorientado, no  supo qué camino tomar.

Cada elemento se echó a volar  hacia  su propio objetivo, sin  brújula ni PROTECCIÓN. 

Fue el principio del fin de aquella  nueva  variedad de langosta.



domingo, 4 de agosto de 2019

Me acuerdo



Me acuerdo de aquella mirada. La tuya.
Ilusionada, chispeante, maravillosa.
Cuando tus ojos echaron la vista atrás,
comprendí que,  nada, ni nadie podía
 ya pararte.
Me despiertan los gritos de mis huesos.
¿Tan mayor soy?

sábado, 12 de enero de 2019

¿Por qué es interesante visitar Las Ciudades Imperiales durante la Navidad y el fin de año? I


Empecemos por Praga.



Porque  cada rincón, cada plaza, cada espacio es una estampa. Y cada calle un catálogo completo de fotografías que puedes conseguir por ti mismo.

Porque el calor de sus gentes diluye la nieve, y el hielo, y el frío, influyendo a que tu estancia sea agradable y divertida.

Porque la decoración con motivos y mercadillos  navideños  la hacen diferente de cualquier otra estación, en la  que seguro no dejará de ser preciosa.

Porque es una ciudad cómoda y fácil de recorrer a pie,  que es como a  nosotros nos gusta, y como conseguiréis vuestra colección pictórica.

Porque conserva su  pasado imperial, que contrasta con la sencillez de sus gentes.

Porque tiene muchísimos puntos de interés para visitar. Muy recomendable utilizar un “Tour Free” para ello. Guías voluntarios que te conducen durante dos horas y media por lo más típico, te cuentan sus leyendas y su historia,  a cambio de tu voluntad.

Y luego, callejea disfrutando de la peculiaridad que ofrece  (por ejemplo) la configuración del “Barrio judío” y los motivos que lo diferencian, las casas que  se distinguen por  el símbolo del propietario,  el templo construido por diferentes familias al margen de la “iglesia”…

Y mucho más...