Esperamos cada día, que la
“caja Tonta” nos de la buena nueva. «¡Han descubierto una vacuna altamente
efectiva!», y vemos al “virus”
desaparecer de nuestras vidas. Pero pasan los días y el enorme trabajo de los científicos, todavía no ha dado
resultado.
Mientras tanto, la vida sigue… La “nueva normalidad” se va
implantando en la sociedad a pesar de los fallecidos, los contagiados, y los nuevos
rebrotes. Otras noticias de no menos interés van llenando los informativos,
aderezadas con las infracciones contra las medidas de higiene y seguridad, con
las que algunos manifiestan su deseo de
volver al comportamiento que teníamos antes de la llegada del Covid 19.
Más de cien días han pasado y
todavía no sabemos a ciencia cierta de donde vino y si se fue o está agazapado
esperando la ocasión. Si no fuera por las mascarillas, creeríamos que hemos despertado de una pesadilla y que estamos fuera de peligro.
Me sumo a los que opinan que vino
para combatir la epidemia de ignorancia
que nos emponzoñó hace mucho tiempo y, aunque los políticos que nos han tocado
en suerte intenten sofocarlos con incesantes griteríos, solo consiguen que ese
criterio crezca exponencialmente. Continúan enfrentados; incapaces de trabajar más por el país que por “la silla”,
demuestran claramente que la mediocridad crece, según las metas.
La
decepción no mata pero enseña a vivir.
Foto: Google
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