No se sabe bien
de donde procede el movimiento que enarbolando la bandera del oscurantismo está
haciendo jirones la historia, a nivel mundial, mientras que la presente,
la dejan pasar de largo.
Mi abuelo decía:
“el que vende pierde, pero el que destruye, llegará a la indigencia”.
En los últimos
tiempos estamos teniendo muchos ejemplos de destrucción de la memoria histórica
a pesar de que dicen que la quieren reivindicar; pero se trata de un concepto
ideológico de desarrollo relativamente
reciente con el que confunden a la sociedad. Mientras realizan gestos
“simbólicos” que están bien, destrozan
física y verbalmente la fama de la verdadera historia sin distinción del bien o
del mal, y formulan juicios sumarísimos de los actos de personas, de las que no
han sido capaces de estudiar en el contexto de la época de cada uno.
Un simple
ejemplo es la figura de Fray Junípero Serra, del que os invito a investigar
quién era y qué hizo y qué le ha ocurrido a su estatua…entre muchas otras. ¿Es
casualidad que ocurra en San Francisco y en Palma de Mallorca? O se trata de
movimientos sectarios que defienden el
racismo con hechos vandálicos.
Macrom decía
hace pocos días que en su país no se iba a destruir ninguna estatua, que formaban parte de la historia, y que cada una debería servir para
explicarla. Estoy de acuerdo con ello.
En nuestro país
piden una “revisión crítica del pasado”. Me pregunto que pedirán las siguientes
generaciones del suyo.
Cuanto miedo me
da el devenir de nuestro futuro inmediato, y a juzgar por los acontecimientos,
no puedo ni imaginar cual será el de nuestros nietos, si Dios y la naturaleza no lo impiden. Aunque a estas
alturas, sabemos que intenta pararnos
con un virus letal, porque el de la ignorancia ya lo tenemos asumido.
Fotos:Google
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