Con los primeros
albores, rauda y veloz, hacia una ciudad libre, vuela alto. La tierra del
cazador y la pena de muerte, han quedado atrás, lejos, disipadas en la historia.
¡Personas! Hombres y
mujeres libres, sin etiquetas, ni tachaduras excluyentes, enmarcados en su
propio ser, sin más distinción que su sonrisa, su mirada transparente y
limpia, y su ilusión por recorrer largos caminos al libre albedrio… Entrelazan sus miradas, porque las manos no
pueden, y echan a andar hacia el país de leche y miel.
La importancia de
la raza, el sexo o la condición social, son
conceptos obsoletos, la paloma lo sabe y entre vuelos y acrobacias, lo transmite por el mundo entero.
El ave llega extenuada y
feliz. El manifiesto está a punto de comenzar. Entre tanto, el arco iris rodea la
tierra.
Fotos: mis archivos.
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