Disfrutamos
de otra Súper Luna y nos presta su luz
al amanecer para ir a caminar. Un mes ha pasado de la anterior y en este lapsus
de tiempo, encuentra cosas diferentes, pero
nos sigue guiando, como cuando no
existía la brújula, y ella con otros astros marcaban el camino. Nadie perdía el norte, porque sabían a dónde querían llegar.

Que por qué
os cuento esto. Porque en el fondo, las voces que oímos son nuestros propios deseos de volver a la situación
en la que vivíamos antes de que llegara el “bicho”. Nos amparamos en las
desavenencias producidas por intereses político-económicos y echándoles la
culpa de todo, en vez de tomarnos el dedo, nos tomamos el brazo con la aviesa intención
de que la próxima semana pasaremos al cuerpo entero.

El pueblo
Hebreo provocó la ira de Dios. Ellos vivieron sus consecuencias.

Pasarán las fases de la luna y otra súper luna llegará y encontrará que las
nuestras han avanzado o retrocedido,
todo dependerá de cómo utilicemos el
saco de la responsabilidad.
Fotos: mi archivo
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