"Los libros son las abejas que llevan el polen de una inteligencia a otra".

James Russell Lowell (1819- 1891),

poeta y crítico estadounidense





domingo, 5 de julio de 2020

Un día como otro cualquiera


Ahí está, altanera y vigilante, controla la entrada. Al otro extremo del parque, como la Puerta de Alcalá, las gemelas en sendos nidos registran la salida. Portadoras de las monedas de Adriano, proclaman: fraternidad,  igualdad,  libertad; pero se ven obligadas a no permitir el paso, cuando el aforo está completo.
Hay palabras y frases que  se convierten en  tópicos. Quedan muy bien y mueven masas de crédulos. Confiados,  no perciben que el movimiento les lleva al matadero del  beneficio de quien las dice. Se convierten en la fuerza motriz de la noria que moverá el agua que beban los que se quedan en el pódium de la estupidez, ostentando la antorcha que hace girar el mundo, no hacia la paz y seguridad de todos, sino al de su propia riqueza y poder: Llámese “Estatua de la Libertad”. Un ejemplo entre tantos…
No creo en la casualidad, las cosas suceden por alguna razón, aunque a veces no sepamos cual es o, dónde está o, de dónde viene. Nuestros ojos alimentan a la razón, pero tan poquito ven  que, morimos hambrientos. Parecemos los hierbajos que solo alcanzan a ver el árbol que tapa el bosque.
Tan inocentes somos que empleamos los sentimientos como escudos, sin temor a que nos los rompan porque los creemos sagrados. Lo mejor que tenemos. Pero los rompen y nos quedamos vacíos. Los artífices del estropicio viven en su propio limbo, desgraciados aún,  porque no consiguieron rompernos también el alma. Ignorantes, no saben dónde la guardamos, porque ellos no la tienen. ¡Qué bonita y atrevida es la ignorancia!
En estos días de incertidumbre, más de cien, bien nos vendría un poco de ese  bálsamo reparador que no quiere pararse en nuestra piel. Prefiere la lisa y llana que le dice lo que quiere oír, satisface su deseo y ya no puede abarcar mucho más. Se queda a la orilla de la intención.
Peseta y denario
No es un día más, ni otro cualquiera, es éste, el que tenemos que vivir hoy. ¡Hagámoslo tan especial como si no hubiera un mañana! Y no nos olvidemos que el “virus” está ahí afuera.







Fotos: mis archivos y Google

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