El rio tiene mucho que
ofrecer y Blanca, la cigüeña, camina dentro del agua buscando alimento, mientras le cuenta las noticias que ha recabado en su último vuelo.
«Allá por África, en el
delta del Okavango, en Botswana, están apareciendo elefantes que han caído de
bruces, fulminados. Nadie sabe si han muerto ipso facto o después de caer. No
hay respuestas. Tampoco a que desde mayo, sean ya, más de 300 los finados.
Conservan sus
colmillos, por lo que no han sido los furtivos; descartan el veneno o el
Ántrax, puesto que otros animales no han
perecido todavía. Solo se sabe que
empiezan a caminar en círculo, desorientados, hasta que mueren. En todo este tiempo tampoco han llegado los
resultados de los estudios analíticos al respecto. Tal vez sea casualidad, pero este tipo de indolencia resulta tan conocida, como paradójica».
Cidacos escucha
asombrado esta catástrofe ecológica sin
precedentes, pero le viene a la memoria, que en días diferentes, dos polluelos de cigüeña, bastante crecidos,
han caído de sus nidos. Al pie del poste
fueron recogidos los cadáveres. Nadie ha comentado algo al respecto, por lo que se desconoce la causa, ni si lo han estudiado
siquiera.
Blanca, relaciona los
hechos y opina que: «tal vez, la
naturaleza esté atacando a los humanos, pero a su vez, también de ella surjan espartanos que los quieren proteger, como los
300 de las termopilas.
#elefantes#okavango#cigüeñablanca#riocidacos#
#300espartanos#termopilasFotos: mis archivos
No hay comentarios:
Publicar un comentario