
...Y, nos levantamos con el
Decreto ley anunciado el día anterior, para imponer la obligación de llevar la
mascarilla puesta (boca-nariz) en todo momento y lugar, respetando las
distancias, y sobre todo higienizando nuestras manos más veces que menos.
Nos creemos la situación de riesgo, y nos alegramos por la
decisión, ya que todavía existe mucha gente que pasa de tener respeto ni
consideración por los demás. No obstante, desconocíamos el rebrote que durante el
fin de semana había surgido en nuestra comunidad, del que nos hemos enterado después.
Si la casualidad no existe,
ha sido información cruzada. La que siempre genera desinformación, que por otro
lado, es la tónica general de esta
pandemia; aunque también nos podemos creer,
que es por no alarmar a los ciudadanos que, en un gran porcentaje
respeta las reglas.

La tibieza nunca ha
sido buena consejera en ningún aspecto de la vida, pero en estos momentos es
más letal que el propio virus. Necesitamos los
españoles, ideas claras y mano dura.
Siempre ha sido así. Lo ha demostrado la historia en muchas ocasiones. Una vez que sabemos lo que se
espera de nosotros, lo que tenemos que hacer, no hay nadie que nos gane a su
consecución.
Pero no tenemos ese
brazo robusto y potente que se descuelgue de la estatua y nos indique el
camino. La lógica y la razón se nos agotan entre tantas contradicciones, y
parecemos marionetas bailando en el “Pequeño
teatro” de Ana María Matute.
Hay algo en todo esto
que me recuerda a Lee Marvin en “La
leyenda de una ciudad sin nombre”.
#pelicula#bandasonora#pequeñoteatro#anamariamatute#escritora
Fotos:mis archivos
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