Algunos son graciosos a su pesar, de la misma
manera que otros no lo son aunque los maten, o se mueran en el intento…, en fin
allá cada cual.
Las autoridades sanitarias se empeñan en que no
salgamos de casa: “Contención total, salvo personas esenciales” y está bien. Pero
yo creo, sinceramente, que alguien tiene que salir al campo y segar la alfalfa
que ciertos animales necesitan para comer,
porque está claro que aceptarlos como
iguales no les espabila en absoluto.
Son inadaptables, como los antiguos juegos de
cama; que muy bordados y muy elegantes, pero sus esquinas se salían del colchón
y te incomodaban el dormir.
Y se creen que lo saben todo en todas las
materias, pero del Covi19 hablan como si fuera de la familia. Y de lo que tenían y tienen que hacer los expertos, los
profesionales en la materia, que dejan pálido al sol… ¡tienen la panacea!
Batirse en un mar de dudas es algo de lo que
todos huimos, pero cada vez nos resulta más difícil con un oleaje tan encrespado.
Foto:Google
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