“La vergüenza era verde y se la comió un
borrico”: dice un refrán español. Ella, ausente, no necesita disfrazarse como
la mentira con las ropas de la verdad, según cuenta una leyenda, también.
Ambos conceptos, valorados desde épocas
inmemoriales, y perdidos casi al mismo tiempo.
· Demócrito aseguraba que, “de la verdad no
sabemos nada porque está en un pozo”.
· Lemoyne la pintó salvada de la envidia y de la
falsedad por El Tiempo.
· Gérôme la representó saliendo de un pozo con su
látigo para castigar a la humanidad.
En estos días tan caóticos, estamos más necesitados que nunca de la cordura, de la
vergüenza y de la verdad. Porque aún estamos en la contención para evitar la expansión de la pandemia, y nos falta la unión principal; y a su vez,
dominados por el miedo, quizá, estamos etiquetando menospreciando y vilipendiando a gente que
arriesga su vida por todos… ¿hay algo más incomprensible? ¿Nos quedan valores? ¿Cómo los representarán los artistas en un futuro?
Tengo preguntas
y no respuestas; pero me aferro a
que nuestra sociedad no puede estar pérdida, que son unos pocos los maleantes
con los que nos está tocando lidiar estos tiempos tan difíciles. ¿Opinas igual?
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