Sabido es que, la felicidad como la tristeza,
no duran para siempre. Lo mismo que, reinventarse es un ejercicio práctico y
positivo que todos deberíamos, al menos, intentar descubrir.
No tengo la panacea para hacerlo, ni
seguramente la tenga nadie, pero ideas…, haberlas haylas.
Se trata de no paralizarse en un punto
determinado, creo yo. Porque ya decía
algún sabio despistado que: «en la diversidad está el éxito». Lo escuché
por primera vez en el ámbito económico,
pero me pareció una reflexión sabia y aplicable en todas las situaciones.
No tenemos certeza alguna de cómo vamos a
reaparecer en el mundo conocido, ni siquiera si lo vamos a conocer cuando
volvamos, pero si nos paramos a pensar que, lo importante es alcanzarlo, ¿qué
nos importa de qué color sea la meta, o qué paisaje nos ofrezca? Huyamos de
tanta conjetura desatada que no produce más
que ruido sordo.
Lo importante es llegar y para ello tenemos que
pagar nuestro peaje.
Foto: Google
No hay comentarios:
Publicar un comentario