Saben que su función es otra, pero ellas, provistas de un gran volumen, absorben el agua del depósito de los humanos. Llegan sin contenido para mojar la tierra, y aunque se proveen de cualquier lugar, nadie sabe qué hacen con ella, porque en ninguna parte la liberan. Algunos dicen que: «su mente no da para más».Repostan con toda tranquilidad, sin percatarse de que otras más débiles emulan su acción y se produce una larga fila que llega hasta más allá del parque; unas hacen cola y otras se apuntan a la lista de espera y siguen camino, el día está a punto de terminar.
Fotos: mis archivos
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