No obstante, los monos no se
preocupan de estas cosas. Dedican su intelecto, su esfuerzo y emociones, a cuidar y amar a los suyos, a vivir, e
incluso, a sobrevivir.
De entre todos los antropoides, el
que más me gusta es el Babuino: Grande, fuerte, e inteligente. Viven en clanes, dirigidos por un macho Alfa y una hembra dominante.
Existe entre los aborígenes la leyenda de Babu: que, vivió 25 años burlando
a la muerte en una isla del delta del rio Okavango. Provenía de una familia
real dentro de un grupo de tres docenas
de babuinos. Su padre: macho Alfa. Su madre, de sangre real: la hembra
dominante. ¿Cuántos obstáculos no tuvo que superar para vivir más tiempo que los demás de su especie? ¿Era
especial la princesa?
Ella les contaba que sus antepasados, ganados por la vanidad, pretendían ser: "el más guapo, el espécimen más inteligente de la creación", y discutían entre sí. El mundo vivía momentos convulsos y el Creador agobiado con tanto por arreglar, enfadado, envió unos mensajeros para contener la vanidad de los animales: llegó a la tierra un animal por especie de diferente color a la suya y comprobaron las desventajas que ello acarreaba.
Los Babuinos parten de esta
premisa, de esta lección de sabiduría y transmiten a los nativos que: "nadie
vive el tiempo suficiente como para morir de viejo y, hasta que desaparece en
silencio, mejor que disfrute del hábitat
que le ha tocado en suerte".
Entonces: ¿viven en paz, o siguen con sus chanzas? Un viajecito por esos lares sería interesante.
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