En otros tiempos, cuando estaba permitido el “piropo”, algunos compusieron bellas canciones, melódicas, rítmicas, e incluso sugerentes.
Ahí están: Carlos mejía
Godoy, y los de Palacagüina, por ejemplo:
“son tus perjúmenes
mujer…, los que me sulibeyan…, los que me sulibeyan…, son tus perjúmenes
mujer...etc., pero también queda espacio para aquellos que cabalgan
constantemente sobre el estribillo de canciones como la que nos cuenta cómo, Clodomiro
el ñajo recorría el camino con aquello
de…,”una libra de clavos y un formón, una libra de clavos y un formón… Entre muchas otras.
Desde que piropear se ha convertido en delito y se han
retirado los clásicos piropos de la circulación, nos encontramos con “descerebrados”
que navegan fuera del agua. Sus mentes
confusas, carentes de imaginación, aún se creen graciosos y hablan sin pensar
demasiado. Entonces, el oyente no sabe
si: intentan piropear sin gracia, o quieren
expresar algo y no saben cómo…, sea como fuere, todo se queda en una triste insensatez.
Aromas de mujer, o
femeninos, según la connotación que prefieran.
En una atmosfera que
propicia una voz grave, en tono de
enfado contenido,
En clave de Sol para
tenores, contraltos y sopranos y en clave de Fa para los bajos.
Al ritmo de 3/4 entre
corcheas, semicorcheas y alguna negra para variar, a tiempo y a contratiempo,
con silencios de negra para coger aire
y que el cantor no se quede sin resuello.
Con la tonalidad acertada
conseguimos una composición melódica sin pasteleos, bien armonizada y resuelta
con una cadencia musical perfecta, como
el guiso hecho a fuego lento.
Así, tal vez, lograríamos
atenuar esos disparates que algunos dejan caer, a destiempo, sin ton ni son, con
anacrusa y en forma de fuga…
https://www.youtube.com/watch?v=wfAGggAUhU4
https://www.youtube.com/watch?v=BUPsCPwRTuk
Fotos: mis archivos
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