"Los libros son las abejas que llevan el polen de una inteligencia a otra".

James Russell Lowell (1819- 1891),

poeta y crítico estadounidense





domingo, 1 de febrero de 2015

SUEÑOS ROTOS


Llegado el momento, nadie quiso hacerse cargo de Toni. Había custodiado la casa y a la familia sí, había hecho compañía y salvado obstáculos y situaciones difíciles a todos los suyos, esas  que solo un perro puede salvar.
Era viejo, estaba enfermo y necesitaba cuidados y dedicación.
Todo el mundo empezó a recordar que el perro, de joven, cuando todavía tenía vigor, ladraba y de vez en cuando mordía.  Hacía su vida, recabando atención por doquier con esas armas que solo los perros saben emplear. Pero primero había sacado su camada adelante sin apenas recursos, y ocurrió que todo sacrificio empleado le sirvió después para ser un autentico superviviente y salirse siempre con todo lo que quería.
Tropelía, eso es lo que llegó a continuación. Eso es lo que vivió. Eso fue lo que le hizo ser más fiero y cruel, pagando con esa misma moneda no a los que le habían atropellado  (puesto que no estaban con él) sino a todos cuantos se ocupaban de su cuidado.
Era noche vieja, una noche como otra cualquiera cuando  uno de los perros que abandonaron al viejo y decrépito Toni, Verdino, se presentó a reclamar “sus derechos”
-Vengo a realizar mi deber  de  cuidar  de Toni, tengo derecho y  lo haré durante seis meses, de enero a junio, los otros seis meses te encargas tú.
-Llevas toda la razón, derechos y obligaciones  van siempre unidos y  tienes todo el derecho del mundo. Desde que te independizaste, y eso hace 6 años, no te has acordado de que los tenías, y  todas  mis necesidades las ha atendido Azulón. Dadas las circunstancias que han rodeado  mi vida, estos últimos cinco años han sido especialmente duros, por lo que creo que pasando por alto ese largo  tiempo en el que no te has  preocupado,  justo sería  que ahora, cuando quieres ejercer “tu derecho” lo hagas al menos durante el mismo periodo.
-Mientras decido si lo hago durante ese tiempo o no, vamos a decidir la compensación que tendré. Que me entregues todo con todo cuanto percibes, sería lo normal. Solo de esa manera me haré cargo  de ti
-Nunca le pedí compensación  por mi ayuda y dedicación, sin embargo durante los últimos seis meses, desde que pasó a  formar parte de mi hogar, comenzó a darme  la mitad de sus recursos. -puntualizó Azulón-
-¡Yo lo quiero todo! ¡O me quedo con todo o no me lo llevo! Hemos de tener en cuenta que Amarillo  se niega a cumplir su parte  y su tiempo lo tenemos que suplir entre nosotros.
Se produce un largo silencio, Toni  mira a ambos perros y aguarda pacientemente mientras por dentro  aúlla tragándose sus quejidos para que nadie  perciba su dolor.
 -¿Qué he hecho? ¿Cómo he podido estar tan ciego? He despreciado el amor, la dedicación  y la ayuda de Azulón y ahora ¿Qué  va a ser de mí? 
Entonces, el viejo perro comenzó a darse cuenta de cuánto había tenido y perdido por su estupidez perruna,  que no le dejo ver la diferencia que había entre sus herederos. Y que, cegado por el odio y rencor castigó  e hizo  pagar a aquel que le había ayudado, todas las injusticias que los otros le habían hecho sufrir. Pero en su fuero interno sabía que ya no había remedio  y metiendo su rabo entre las piernas, en silencio dejó  que las circunstancias se desarrollaran como Dios tuviera previsto. Sus sueños de llegar a ser el patriarca del clan se hicieron añicos y ni siquiera recogió los trozos.                    ¡¡Aaaauuuuuuh!!   =  ¡¡Ya no tengo otra salida!!

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