El arcoíris nos trae la buena nueva y espera el momento apropiado para anunciarla. Pero si se demora demasiado, corre el riesgo de que llueva de nuevo. Él consciente de que, desde siempre su llegada ha beneficiado a la humanidad, no se inmuta en absoluto.
Claro que, los tiempos
que corren son otros, y quizá no venga provisto de las armas necesarias para
combatir al virus que nos tiene presos. Y, si espera encontrarlas aquí, tiene
el fracaso asegurado.
«Si te quieres quedar –le decimos– tendrás que adaptarte al protocolo establecido, de lo contrario, no podrás moverte».
Un haz de diferentes colores nos contesta:
—Dejaos de monsergas
políticas y aumentad vuestro esfuerzo para salir del atolladero. No sirve
llamar al papá Estado cada vez que os hacéis una herida».
—¡Claro! Desde tu
altura, con todos los recursos al alcance de la mano, te sientes a salvo y te
parece todo muy fácil…, pero con los pies en la tierra, la cosa cambia—le contestamos
un tanto airados.
—Es tan fácil como
utilizar las “armas” que tenéis, básicas y fáciles de manejar, mientras
aprendéis a convivir con el Virus.
El arcoíris se ha despachado a gusto y se desvanece con el mismo silencio con el que ha llegado.
Incrédulos, nos quedamos con la boca abierta. ¡¿Será posible?!
#arcoiris#humanidad#covid19#prisioneros#hazluminoso#monsergaspoliticas#atolladero#respero#generosidad#convivir#
Fotos: mis archivos
No hay comentarios:
Publicar un comentario